¿Para cuándo una educación económica que dote al alumnado de herramientas y capacidades para comprender los impactos del sistema financiero sobre la sociedad y el planeta?
En particular, en el contexto vasco, desde Finantzaz Haratago queremos manifestar que nos preocupan especialmente los contenidos de educación financiera incluidos en el currículo escolar y en sus materiales formativos. También nos parece muy preocupante el hecho de que se esté posibilitando la entrada de entidades financieras en los centros educativos para ofrecer programas formativos creados a través de los diferentes planes de educación financiera de la CNMW y el Banco de España. Y, por último, es importante señalar que la nueva Ley de Educación reduce la importancia de la asignatura de economía en secundaria pasando a ser meramente optativa y sobre todo en bachillerato, mezclándola directamente con el emprendimiento con la consecuencia de que el análisis de los sistemas económico y financiero sea superficial y con escaso potencial crítico.
La Confederación Estatal de Asociaciones de Profesorado de Economía en Secundaria (CEAPES) ha señalado también que “dar importancia marginal a contenidos básicos tan importantes como la compresión del funcionamiento de los distintos tipos mercados, o nociones básicas de macroeconomía o del funcionamiento del mercado de trabajo o del sistema financiero, impide que el estudiantado conozca mecanismos esenciales que explican el funcionamiento de la sociedad actual”.
Desde la visión de equidad, justicia social y derechos humanos que defendemos, entendemos que el modelo financiero convencional mayoritario y las entidades que forman parte de él deben analizarse con actitud crítica, teniendo en cuenta en qué medida contribuyen a una economía inclusiva, equitativa y justa. Ya que la educación financiera forma parte del proyecto educativo, es fundamental subrayar en la necesidad de que incluya contenidos sobre los impactos humanos, sociales y ambientales del sistema financiero y de la operativa bancaria, para asignar responsabilidades individuales y colectivas en la construcción de una sociedad más justa y solidaria.
Con esta petición nos dirigimos a los y las representantes políticos en el Parlamento Vasco. El sistema educativo debe dotar al alumnado de competencias, espíritu crítico y madurez para saber desenvolverse en su entorno. La Economía, como ciencia social ligada a las necesidades de las personas y el entorno, requiere ser comprendida desde una visión holística y crítica. Necesitamos nuevos contenidos y discusiones en las aulas para aumentar el compromiso de los y las jóvenes con la construcción de estructuras económicas y sociales más justas, la lucha contra la desigualdad, la protección medioambiental, el empoderamiento de las mujeres, la gobernanza democrática y el ejercicio de los derechos humanos.
Hacemos un llamamiento para que se promueva una educación económica que integre estos principios éticos. FIRMA AQUÍ PARA QUE NUESTRA PROPUESTA LLEGUE AL PARLAMENTO VASCO.