El pasado 8 de octubre 2020, tuvo lugar el primer seminario sobre “Finanzas Éticas y Solidarias en América Latina” organizado por RIPESS LAC – Red Intercontinental de Economías Social y Solidarias, CINCOP – Central de Integración y Capacitación de la Cooperativa, y con el apoyo de WSM – We Social Movement.
El seminario fue una gran oportunidad para dar a conocer a más de 100 participantes, los saberes de 5 experiencias sobre las finanzas éticas y solidarias de Colombia, Perú, México y Brasil, así como debatir sobre los retos en el contexto actual de pandemia global y sus impactos en el desarrollo económico solidario.
La primera experiencia ALCONA – Alianza Cooperativista Nacional de México, fue presentada por María Antón Marín. Alcona se inició en el 2000 como la red de cooperativas de ahorro y crédito entre personas de barrios populares por todo México. Estas cooperativas permiten que el ahorro de sus socios y socias se canalizará a pequeños préstamos de para los socios. En los últimos años, ha dado un paso más, incorporandose en la economía social y solidaria, promoviendo también créditos a iniciativas de emprendimiento social, ademá de ofrecer asesoramiento y formación para la gestión de sus recursos para mejorar su economía y calidad de vida, así como de la comunidad. Por ejemplo, a través de la cooperativa CAPRECO, cuentan un programa de financiación para la mejora de la vivienda que también ofrece acompañamiento en la gestión del préstamo, promoviendo el trabajo con las empresas de su comunidad, favoreciendo así que los recursos circulen en la economía social y solidaria del territorio, y aumentando así su impacto social.
La segunda experiencia, Banco Palmas de Brasil, presentado por Joao Joaquin de Melo, presenta la iniciativa pionera de banco comunitario y monedas sociales que se ha convertido en referente en el continente. El Banco Palmas se inició en el barrio popular de Palmeiras del municipio de Fortaleza, de más de 20.000 personas, para favorecer la intermediación financiera de los proyectos de emprendedoria social de la comunidad. El Banco Palmas se caracteriza por ser de propiedad colectiva y se gestiona a través de una organizació de la sociedad civil que cada 4 años elige de forma democrática a los gestores. En segundo lugar, ha implementado el uso de la moneda social con circulación restringida al territorio de la comunidad. Esta moneda social es también en formato digital, lo cual ha sido de gran utilidad para la situación de pandemia y confinamiento de la población. En tercer lugar, los excedentes se re-invierten en crédito a muy bajo interés para los productores locales, de la economía solidaria, garantizando que todo lo necesario para vivir se produce en las mismas comunidades sin necesidad de acudir a empresas capitalistas. En la actualidad, el modelo del Banco Palmas de Brasil se ha extendido por 47 municipios de Brasil, donde la sociedad civil se ha organizado para aplicarlo en su territorio.
En tercer lugar, la cooperativa CONFIAR, presentado por Andrés Mauricio Velázquez, representa una de las 5 entidades financieras de Colombia regulado por las autoridades, que trabaja en 6 municipios atendiendo a 4.928 empresas y 329.127 personas miembros de la cooperativa financiera. Andrés explica que es una decisión institucional de CONFIAR la que permite transitar la mirada de las utilidades y la rentabilidad a la de los excedentes y la transferencia social, con el objetivo de transformación de las comunidades y territorios. En este sentido, más del 30% de los cooperativista cuentan con más ahorro que crédito
Las finanzas éticas incorporan en las decisiones de intermediación financiera la cuestión de para quién y con quién se trabaja, vigilan el sobre-endeudamiento de los tomadores de préstamos manteniendo el equilibrio de que sean a su vez préstamos accesibles.
CONFIAR, trabaja a su vez la inclusión financiera y el acompañamiento en la gestión dando a conocer y promoviendo la economía social y solidaria, así como la inversión en tecnología verde y sustentable, la cultura, el deporte o programas de becas. A través de la Fundación TMB, por ejemplo, se atienden y acompañan proyectos de vivienda.
En cuarto lugar, Víctor Chati presenta la Cooperativa de los Andes – APURIMAC, con más de 20 años de vida trabajando en el sur de Perú, y cuenta con más de 90.000 socios distribuidos en Asambleas locales territoriales para garantizar la participación del conjunto. APURIMAC impulsa el desarrollo de sus socios, personas productoras del sector agropecuario, y su comunidad a través de la captación de aportaciones y ahorro de la comunidad para orientarlos hacia el desarrollo de la actividad económica de los socios y mejorar sus condiciones de vida. Nunca se utiliza el ahorro de una comunidad para invertir en otro territorio. En el centro de toda la actividad de la cooperativa está la persona y no la maximización de la ganancia. En este sentido, se promueve la cultura donde el capital debe estar subordinado a la satisfacción de las necesidades de las personas y comunidades. Por ello, si hay excedente, se devuelve de manera equitativa a los socios, en virtud de su aportación en la cooperativa. El modelo de gestión está basado en los principios cooperativos, de participación directa de los socios en la gestión administrativa y estructura organizativa, siendo la Asamblea general de socios el más alto estamento de decisión donde en la toma de decisiones se aplica el principio democrático de un socio un voto.
Por último, Fomentamos, una ONG de banca comunal en Colombia para el fomento de las finanzas solidarias, presentada por Carlos Mira, es el resultado de la unión del sector cooperativo y solidario del país en el 2003. Está formada por cooperativas de trabajo, de finanzas éticas y asociaciones comprometidas a ofrecer microcréditos individuales solo en círculos solidarios, para continuar con la actividad de banca comunal. En este caso, existe también una alianza con la administración publica y sector privado y cooperativo, para ofrecer los créditos con tasas de interés muy bajos, del 0.5-0.9, que permiten financiar a pequeños emprendedores.
Además se cuenta con el programa círculos solidarios “Bancuadra”, para atender sectores excluidos, creando en cada barrio un círculo solidario de hasta 5 individuos, que gestiona sus recursos financieros, y disminuyendo así su dependencia con la usura informal. Las “Bancuadra” trabajan con dinero público gestionado por Fomentamos mediante préstamos a corto plazo, para no maximizar la rentabilidad del préstamo y poder mantener así bajos los intereses. Además se realizan los cursos de asesoría y educación en economía, así como formación en desarrollo del trabajo personal, comunitario, el ahorro etc. Generalmente son pequeñas unidades productiva, que pocas veces generan puestos de trabajo. En la actualidad cuentan con 846 círculos solidarios que contribuye a 14.500 personas, cuenta con 110 empleados donde el 80% son mujeres cabeza de familia.
